jueves, 7 de marzo de 2013

Rescate

La mujer atendió el teléfono.
- Escúcheme Adolfina Wellington - exhortó la voz del otro lado de la línea - Escúcheme bien. La estamos llamando del futuro. Tenemos raptado a su hijo. Queremos un millón de dólares por el rescate...
- ¡Pero yo no tengo hijos! ¿Qué clase de broma es esta?
- Le digo que la estamos llamando del futuro. En el futuro usted tendrá un hijo, pero no lo podrá ver crecer, porque morirá llevándolo al colegio, junto a su marido, en un accidente de auto. Por eso, la llamamos al pasado. Para que valore la vida de su hijo, que ha quedado huérfano. Y para que nos deposite en una cuenta que le vamos a pasar...
- Espere un minuto. ¿Se cree que soy tonta?
- No le miento señora, no es fácil hacer una llamada desde el futuro, hemos inventado una tecnología nueva, si quiere, pregúnteme lo que desee, así puede quitarse la dud...
¡Trac!
La mujer colgó el teléfono con fuerza.
- ¿Quién era amor? - preguntó su esposo, que estaba pintando la habitación del departamento que habían alquilado tras el casamiento.
- Un estúpido y una jodida broma. Pero por las dudas, te aviso. Desde esta noche, preservativo.

2 comentarios:

Con tinta violeta dijo...

Me encanta el humor del relato. "Agrandes males, grandes remedios"...esta señora sabe nadar y guardar la ropa al mismo tiempo...Muy divertido!
Abrazos!

SIL dijo...

Una llamada que modificará el futuro.



Parezco el Doc de la peli.



Abrazo, Netito.


SIL