Humedad. Graznidos. Indudable, inexorable, el Sol bañaba el monte. El hombre se levantó del catre y miró a lo lejos. Sintió que algún demonio lo arrastraba en un arrebato hasta la cuesta de la sierra. Y le prometía reinos, poder y gloria. No había a su lado ángeles que lo confortasen. Cuando sintió una mano áspera, gastada, agrietada, pesando sobre su hombro, Marcos abrazó a aquel campesino y se secó una lágrima al ajustarse el pasamontañas.
Freddie y el futuro
-
Cuando interactué por primera vez con una IA avanzada, en un chat, me
sorprendí. Durante días me asombraba más y más, hasta que, como con todo lo
nuevo, se...
Hace 4 meses
3 comentarios:
Me alegra estar comentando un texto del Oso en Villeraturas!!!!
Quizás Marcos era un ángel.
Besos.
SIL
Querido Neto, querida Sil: Iba a usar palabras de ocasión como "nunca me fui" o atrocidades por el estilo.
Lo evitaré diciendo que a mi también me alegra.
Abrazos
Publicar un comentario