domingo, 14 de julio de 2013

Un arrebato

Humedad. Graznidos. Indudable, inexorable, el Sol bañaba el monte. El hombre se levantó del catre y miró a lo lejos. Sintió que algún demonio lo arrastraba en un arrebato hasta la cuesta de la sierra. Y le prometía reinos, poder y gloria. No había a su lado ángeles que lo confortasen. Cuando sintió una mano áspera, gastada, agrietada, pesando sobre su hombro, Marcos abrazó a aquel campesino y se secó una lágrima al ajustarse el pasamontañas.

3 comentarios:

Netomancia dijo...

Me alegra estar comentando un texto del Oso en Villeraturas!!!!

SIL dijo...

Quizás Marcos era un ángel.


Besos.



SIL

el oso dijo...

Querido Neto, querida Sil: Iba a usar palabras de ocasión como "nunca me fui" o atrocidades por el estilo.
Lo evitaré diciendo que a mi también me alegra.
Abrazos