martes, 29 de abril de 2008

El Pulóver de mi Abuela

No esperes más que el ovillo se enreda y la punta la puede hilvanar una aguja desconocida; una de esas para lana gruesa, que no pinchan, pero que son larguísimas y anidan muchísimos puntos para después tejer una trama indeducible. Empieza por reconocer tu color, éste será tu hábitat entre las conciencias, tu contraste, tu fuerza y decisión. Sigue por la textura, dejará seguramente una profunda huella, un calado, el sabor en la palma de una mano. La textura será el movimiento, el levantamiento o la caída pero con rumbo seguro. Inventa un ocho infinito siendo tu propia idea, tu simpleza ante lo desconocido. La madeja correrá sola a toda velocidad haciendo un buen trabajo. Te enseñaré puntos nuevos para cada ocasión, aunque los más difíciles conviene saberlos primero. Si tejes demasiado flojo la trama se estirará con el tiempo y aparecerán agujeros insondables. Permite que entre aire a tu gusto y no al de la vejez, en este caso la prenda no resistirá y la tirarás a la basura. Yo aun contemplo en mi viejo ropero obras de arte. El punto inglés es uno de los que más me gusta, no cansa y tiene estilo, tiene una trayectoria que descansa en una armonía inversa. Mañana te mostraré cómo se hace para conseguir unir varias lanas en el punto exacto. Mientras tanto abrígate, que el mundo es demasiado frío.

4 comentarios:

el oso dijo...

Una hermosa y profunda combinación de sabiduría de abuela y reflexión vital. Me trae a mi propia abuela, la Nona, haciendo pulóveres para el sábado para mi hermano y para cuando pueda para mí que era menos demandante.
Mientras tejía derramaba su propia sabiduría, la de su vida, nunca un discurso sí la palabra justa, breve, que la yergue en lo más alto de mi olimpo personal. Gracias.

Anónimo dijo...

precioso...
extasiado en la dulzura de estas lineas, ya te lo dije hoy me quedo buscando el ovillo...

Charlotte dijo...

Es tan sensillo y conmovedor,que poco a poco va dejando ver ese arte...

nos vemos!

Netomancia dijo...

El calor de los que queremos y nunca olvidamos. Hermoso.