sábado, 19 de abril de 2008

Monólogo del macho argento

¿Quién entiende a las mujeres?
No, la verdad que nadie. Hace más de veinte años que me casé y yo pensé que a mi mujer la conocía de cabo a rabo, je. Te juro que todo bien, yo laburaba, ella en casa, obvio. Pero no sé que le pasó, le atacó a la loca. Viste, al fin son todas iguales, uno les da todo y ellas son como la gata flora.

Un día se le dio por laburar, bárbaro dije yo, hago menos horas extras en la fábrica y te doy una mano en la casa, total los pibes ya están criados. Qué boludo, lo peor que pude hacer. Le agarró el gustito la guacha. Para qué te voy a contar.
Viste, yo venía de la fábrica y me iba al club a tomar una cervecita y hacer un par de trucos. ¿Con qué arrancó? Ya te digo. Negro, vengo reventada de la oficina, me arreglo un poco y me voy con la Mariela a tomar algo. Está bien, dije yo y pensé quién entiende a las mujeres, ésta antes reventaba en la casa y me esperaba con la cena; ahora se rasca en la oficina esa -que no hacen nada- y viene reventada...
Claro, pero después arrancó: Negro, vos te vas a pescar con los muchachos algunos fines de semana; yo me voy a ir unos días a las termas con las chicas, de vez en cuando nomás. Y dale, qué le puedo decir, lo hace para hacerme doler la hija de remil putas.

Negro, viste que vos tenés la peña de los viernes, con las chicas vamos a salir, pero no te aflijas llego más o menos a la misma hora que vos. Nooo, me mató... ¿Y si se van de joda por ahí? ¿y si se la levantan? No está tan fea la guacha, capaz que conoce un pendejo que hace fierros y a la mierda, cornelio a esta edad. ¿Se habrá enterado que andamos por los cabarutes con la barra?

La cuestión que Negro de acá, Negro de allá, quiere hacer todo lo que hago. No se da cuenta que soy hombre y que tengo que hacer estas cosas, la naturaleza manda... Está tarada la guacha, la mato. Claro, pero si le pongo una mano encima voy en cana.
Un día de estos, un día de estos me hago trolo, así sufre la inmunda. Ah, querés que te dé, no, vaya con la Mariela de joda, el pajarito se durmió. Va a ver lo que es bueno.

De hoy no pasa, va a ver esta...

Ayer no me animé, pero le voy a decir, que qué te creés y etcétera, etcétera, etcétera...

Hija de puta, no tuvo tiempo de hablar, sale con la Mariela...

El sábado sí, de acá no salís...

Qué domingo de mierda, ¿a qué hora piensa llegar esta guacha..?

Cuando me diga de ir a tomar algo con las chicas la surto...

Y bue, me cocino solo por hoy nomás...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

macho argento en su máxima expresión, jeje, si al final hay que reir por no llorar, y aunque todo tiene un nivel en el que las cosas marchan bien, al pibe se le va la mano, se le va...
muy buen monólogo!

Netomancia dijo...

Los tiempos cambian don Oso, ya no es lo que alguna vez fue. Y ahora disculpe que lo tenga que dejar, pero la patrona me manda a hacer los mandados...

Charlotte dijo...

Muy macho parecen pero todos terminan diciendo SI QUERIDA!!!

Netomancia dijo...

Somos diplomáticos :P