sábado, 10 de noviembre de 2012

Liquidación

El cartel prácticamente lo gritaba en el rostro:
"Última semana, liquidación total"
Los precios eran increíbles. Se mordió los labios. Su mujer se iba a enfadar, pero quién sabe al precio que lo encontraría en un futuro. Sacó su billetera y observó que su tarjeta de crédito estaba allí. Con determinación entró y eligió uno hecho en caoba.
Feliz, siguió camino a su casa. ¿Le diría a su esposa o esperaría la ocasión adecuada? Estaba con esa duda cuando lo atropelló el taxi.
Lo estrenó esa mismo día. Y la verdad que lo pagó a buen precio.

1 comentario:

SIL dijo...

Neto te estás esmerando, jaja.



Me recontraencantó éste.


R.I.P.



Abrazo


SIL