jueves, 10 de febrero de 2011

El hombre y la puerta

Al hombre lo pusieron a cuidar una puerta. Debía vigilar que nadie saliera por la misma y mucho menos, intentara abrirla.
Lo sentaron en una silla color carmesí, le dejaron cerca una radio que emitía tangos y lo dejaron solo. Sin reloj, ni compañía. Solo la música y la puerta.
El hombre no parpadeaba en su afán de cumplir con su misión de la mejor manera. Al cabo de un tiempo, podía tararear mentalmente cada tango que pasaban por la radio. Un tiempo después, ya sabía que tango era al primer compás.
La puerta permanece aún cerrada y nadie ha intentado entrar o salir por la misma. La música sigue sonando. Y el hombre cumple su rol a la perfección y está orgulloso de eso.
Muy de vez en cuando, tan solo entre tema y tema, se pregunta que habrá del otro lado, pero muy de vez en cuando...

6 comentarios:

SIL dijo...

H.Manzi escribió en su Puerta Cerrada :

¿Por qué las sombras me engañan?
¿Por qué la amargura me busca y se ensaña?
¿Por qué no se abre una puerta
donde encuentre amparo mi alma muerta?
//

Tu protagonista es una especie de custodio arrabalero de la puerta del infierno...¿? o del cielo ¿?
Mejor no preguntar :)

Un abrazo

SIL

Con tinta violeta dijo...

Debería ser frustrante no saber a ciencia cierta qué estas guardando...mi curiosidad no me permitiría permanecer allí mucho sin indagar. Pero mirando desde otro punto de vista, está siendo estrictamente fiel al encargo que le hicieron, cosa que pocos saben hacer...Uhm...tratándose de una historia de Neto...¡algo se me escapa!, "aqui hay gato encerrado", ja!
Ya nos lo aclarará el maestro.
Besos!!!

Netomancia dijo...

Doña Sil, es un custodio de la ignorancia, del miedo a... Está porque le dicen y nada más. Gracias! Saludos!

Doña Tinta, a veces la vida es como esa puerta. La observamos sin animarnos a saber que esconde del otro lado. Gracias! Saludos!

Anónimo dijo...

bueno, al menos lo dejaron con tango y no con cumbia o latinones románticones.... jejeje igual, podría pispear un poco no? jejeje
abrazotes!

gamar dijo...

Eso es un buen empleado.

el oso dijo...

Al lado de cuántas puertas nos habremos parado, celosos guardianes de un cachito de poder que nos dieron. Y nos creímos sabios, justos y fuertes.
Brillante, Neto.