Raquel, María, Porota, la Negra, la de la otra esquina, Miriam, Esther, Maruja, Anabel y cuántas más, me oís, cuántas más y eso que solo te nombro las del barrio, que no te enumero las del otro lado de la avenida, porque si empiezo con aquel lado no paro más, y viste algún cambio, viste alguno, no, ninguno, si pareciera que cuando hablamos lo hacemos con la pared, nadie escucha, nadie dice nada, nadie hace nada, si parece que fuera que habláramos con una pared…
- ¿Y qué opina doctor? Todo el día hablando sola, la mirada en los ladrillos.
- Un caso severo sin dudas. ¿Motivo del encierro?
- Descuartizó al marido. Alegó que abusaba de ella y de la hija en común. Y también menciona a otras mujeres. Pero qué quiere que le diga, en el barrio nadie habla y de la nena no se sabe nada.
- No reniegue, aplíquele algo, a ver si olvida.
Lectura recomendada: Hay que llegar a las casas, de Ezequiel Pérez
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Hay que llegar a las casas, de Ezequiel Pérez
Llegué a este libro por haber leído tantos buenos comentarios en lugares
diferentes. Había, además, algo ...
Hace 4 semanas