sábado, 5 de febrero de 2011

Sin fin

Son migajas dentro de una constelación, horrores sin perdón, objetos olvidados en un rincón de la eternidad. Causas perdidas, lágrimas de resignación. Son dolores que penetran las corazas, que acuchillan a mansalva. Rechazo de devoción.
El odio las carcome, intenta dejarlas atrás, esparcidas en el ayer. Se pierden, fuera de nuestra vista, en la intersección del no me acuerdo y ya no me importa.
Pero es mentira. No se van. Siguen allí. Y aparecen como hormigas que presagian lluvia. A cuestas llevan los aguijones que nos duelen. Al verlas, confesamos sin hablar, sin el acto de decir. Cuando menos lo esperamos, hemos vuelto a reincidir.
Volvemos a morder de ese pan, a dejar caer aquellas migajas que más adelante nos molestarán; cometemos esos horrores que jamás nos perdonaremos y dejaremos al olvido las cosas por las que valía la pena luchar.
En un círculo lacerante, sin darnos cuenta, nos lastimamos una y otra vez, dañándonos, dañando. En un juego de nunca acabar.

7 comentarios:

SIL dijo...

Es la vida.
Es un texto muy surrealista, Neto, y el estilo te queda bien.

Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días;
¿Pero es acaso menos grave
que la esperanza se acabe
de noche o a pleno sol,
con o sin una visión?
Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueno. (E.A.Poe)

O una pesadilla ;)

Abrazo inmenso

SIL

SIL dijo...

errata: sueño :)

Felipe R. Avila dijo...

No se que quisiste decir
pero eso no importa.
No me encontrarás entre los lectores que al leerlo dicen "ah, quiso decir esto".Prefiero a los que critican la falta de una coma, o simplemente a los que felicitan. Me gustan también esos lectores que recuerdan algo personal, y esa evocación -te cuentan- les nace luego de leer tu texto.
A esos prefiero leer en su opinión.
No se que quisiste decir con este relato, tal vez catártico, pero ¿sabés qué?
No me voy a esforzar.
Voy a dejar que resuenen de nuevo -en una segunda lectura- cada una de las palabras que decidiste que tenían que estar.
Porque escribís cada vez mejor,y porque lo sabés, ¿qué más te puedo decir que "Gracias" o que
no dejes de escribir, hermano.
Sos un extraordinario escritor, sos.

Con tinta violeta dijo...

Nunca se van, Neto. Nos recuerdan lo que somos, y se nos clavan para recordarnos que no somos tan fuertes, ni tan bondadosos, ni tan altruistas, ni tan generosos, ni tan fieles a la palabra dada, ni con tanta fuerza de voluntad como creíamos tener. Nos recuerdan que necesitamos ayuda, compañía, apoyo, amor...¡que bello escrito! Parece un trozo de corazón dolorido escribiendo con su propia sangre.
Abrazos!!!!

Netomancia dijo...

Doña Sil, más que surrealista, es un sinfín de sensaciones que pasaron por mi cabeza y que en lo personal, representan una idea. Saludos!

Don Felipe, siempre honesto y así me gusta. Es como le decía a Sil, una serie de imágenes que descifran el instante en que lo escribí. Un abrazo.

Doña Tinta: "Parece un trozo de corazón dolorido escribiendo con su propia sangre". Eso mismo. Gracias!

Darkdreamm dijo...

Basta el afán de haber querido o de haber sido…

que la sombra del haber te recordará el haber sentido.

Sentir, piedra invisible que siempre, se cruzará en tu camino.

Anónimo dijo...

Son las pequeñas cosas de Serrat, que están ahí para mentarnos sus secretos.

Saludos desde Neuquén