jueves, 21 de julio de 2011

Pliegos

Esa mañana despertó sintiéndose un origami. Plegado y armonioso, salió al balcón. Sus dobleces brillaron al sol. Vecinos de otros edificios lo miraron con recelo y marcada envidia. Aquello lo llenó de orgullo. Más aún cuando se hizo visible el fracaso de algunos de estos, que intentando opacarlo se arrojaron al vacío pretendiendo ser aviones de papel, sin lograr, sin embargo, su cometido.

4 comentarios:

SIL dijo...

Sólo se puede volar dando destellos, cuando nos liberamos del lastre de la soberbia humana.

Abrazo neto, Neto.

SIL

Netomancia dijo...

Doña Sil, ser origami no es pa´cualquiera, ojo al piojo. :)
Saludos!!!

Con tinta violeta dijo...

Es que a veces ese espíritu de competencia se vuelve en contra para algunos orgullosos, ja!
Muy bueno!
Besos!

Netomancia dijo...

Doña Tinta, asi es, y así les va jaja. Gracias! Saludos!