martes, 21 de febrero de 2012

El muchacho de ocho años

Maldito el destino en jugarle tal broma, triste la vida a tornarse tan lenta. Se acerca su cumpleaños después de tanto tiempo. Al fin año bisiesto, al fin un 29 de febrero. Sus piernecitas cortas se encaramarán a la silla para soplar las ocho velitas y abrirá regalos hasta que sea entrada la noche. Pero de todas formas siente pena por sus padres, viejos y cansados, para los cuales los años pasan normales; y por sus hermanos menores, que sin embargo son más grandes. No por nada sueña con un andén y un tren que se aleja, dejándolo olvidado. No por nada maldice al destino, encerrado en un cuerpo que no comprende.

5 comentarios:

Con tinta violeta dijo...

¡Buen micro Neto, felicidades! Yo de pequeña estudié con una compañera nacida un 29 de febrero...y ella siempre contaba sus años de cuatro en cuatro. Me lo has recordado.
Besos!!!

Tuky dijo...

Que buena idea!! nunca se me había ocurrido pensar que los cumples de los nacidos en esta fecha contarían distinto.
Felicitaciones Neto!!

Anónimo dijo...

genial Netito!!! Que buena idea!!!

SIL dijo...

Excelente, Neto.
Para una peli, para una novela taquillera.


Genial.

ABRAZO


SIL

Mónica dijo...

La verdad que tiene que ser una gran faena el haber nacido en 29 de febrero y saber que los años pasan pero no como debería de ser para uno. Paradojas de la vida y la suerte.
Un saludo.