martes, 23 de octubre de 2012

Click

A veces el click del mouse se disparaba en cualquier lugar. Aquella noche escapó de la pantalla y se ejecutó sobre la cabeza de Pamela. Quedó inmóvil y ya no hubo forma de reanimarla.

4 comentarios:

Con tinta violeta dijo...

Seguro que en esa noche hiciste muchos clicks en la compu...ja,ja.
Fíjate a lo que lleva un gesto tan simple...
Abrazos!

SIL dijo...

Debiera apuntar a los corazones, ese click peligroso, jaja.


:P


Un abrazo.



SIL

el oso dijo...

Y yo que revoleo clics a mansalva!!
Habrá que ser más cuidadoso...
Abrazo

José A. García dijo...

A veces es mejor así, dicen...

Saludos

J.