lunes, 19 de octubre de 2009

El misterio de los relojes con horas dispares

El reloj de la plaza indicaba la hora correcta. En su muñeca izquierda, el reloj que había heredado de su padre señalaba media hora más tarde. En su celular, faltaban veinte minutos para igualar lo que las enormes manecillas indicaban en el peculiar y pintoresco ornamento de la ciudad.
Su incertidumbre aumentaba segundo a segundo. ¿Debía colocar primero en hora su celular y luego su reloj o al revés? ¿O acaso, tomando coraje y acopio de valor, dejar que el tiempo marchara a su antojo en los objetos de su propiedad?
Respiró profundamente y tomó entonces su celular. Buscó la opción para cambiar el horario y adelantó de a uno los minutos para poder alcanzar la hora correcta. Vio en cada pulsación del botón del aparato como el escenario a su alrededor se veía alterado, avanzando personas, vehículos y animales en forma acelerada, como si de un juego se tratara.
Terminada la operación, llevó su mano derecha al reloj pulsera en el brazo opuesto y giró la pequeña rueda para atrasar la manecilla del minutero. En tanto realizaba la acción, las personas, vehículos y animales que antes habían acelerado su andar, retrocedían ahora a una velocidad similar, pero volviendo sus pasos, como si uno rebobinara una película.
Dejó en hora celular y reloj. Ahora si, coincidían con el reloj de la plaza. Pero entonces notó un nuevo problema. Ya nada se movía. La quietud era propia de un cuadro. Comenzó a alarmarse. ¿Acaso la última vez las cosas no habían seguido su curso como si nada? Bueno, algo había hecho mal esta vez. Por eso temía tanto poner en hora su celular y su reloj. De alguna manera estaban encantados.
Tendría que ver que funcionaba mal. Podía ser una cuestión de pilas del reloj o de batería del celular. En fin, tendría que revisar. Pero que apuro tenía. El tiempo estaba a su merced. Y muy tranquilo fue hasta el bar de la esquina, a tomarse un café que nunca pagaría.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

jaja, esas cosas pasan por andar cambiando los horarios en unas provincias sí en otras no, en unos paises sí y en otros ni hora que hay!!!
la verdad que ganarle la pulseada al tiempo de esta manera es genial Netito, además me encantó como el personaje resolvío el festejo de su éxito, un café que nunca iba a pagar!
genial!
muy bueno!
abrazos!

Anónimo dijo...

Que relativo es esto del tiempo. Como medimos el paso de los minutos es algo que se nos escapa de las manos y queda a merced de unas manecillas.
Genial

SIL dijo...

En épocas en que el hombre es esclavo de los relojes y el cruel paso del tiempo, tu protagonista burló sin querer y sin saber, tan terrible condena...

Y tomar un cafecito con toda la tranquilidad posible,
sí que es ganarle tiempo al tiempo !!!!!
Sos muyyyy original , nene.
Un abrazo , Netito.

Lisandro dijo...

Muy bueno, me gustaria disponer d eun reloj así, de vivir en un tiempo, y hacer de él lo que se me antojara!!! un abrazo!

Felipe R. Avila dijo...

Excelente, Neto!
El tema del tiempo y la manipulación, es uno de mis preferidos.
Su cuento es original, y lo felicito de nuevo.
No se parece a nada que yo haya visto y sólo el tema de cambiar el tiempo, me hizo acordar de un hecho menor, que nada que ver, pero ¿vio como es la mente?
Bueno, le cuento:cuando era chico vi una película muy inquietante, donde los protagonistas volvian a su época y todo estaba aparentemente quieto, deducían que estaban desfasados del tiempo, que habian cometido un error al intentar regresar y que ellos vivirian los años que les quedaran pero para la gente alrededor serian sólo una sombra que pasa rápido, casi como vivir una vida de mariposa.
Muy terrible. Encima no se como se llamaba ese filme.
Prefiero esto de ir a tomarse un cafecito,che. A propósito,¿puede creer que mi reloj se detuvo?

Netomancia dijo...

Dieguito, viste, amagan con cambiar, no cambian, pero las pc si se cambian solas, es un despiole. Creo que salió de broca este cuento jaja. Y con más bronca, se tomó un café gratis! Un abrazo!

Luis, es que nos han hecho creer que depende de esas manecillas. Relativo, como bien dices. Saludos!

Doña Sil, este tipo más que burlarse, metió la pata. Pero al ser dueño del tiempo, quién le puede decir algo, no? Ja. Saludos!

Lisandro y a eso le agregamos lo de poder tomar o comer algo y rajar jajaja. Un abrazo.

Felipe, sabés que no tengo presente la película que mencionás. Parece interesante y agobiante. Ja, en serio lo del reloj? Ojo, este blog vaticina el futuro! Cuidado para donde le das cuerda! Un abrazo!

Con tinta violeta dijo...

Ja, ja, ja. Me gustó mucho el final. Iba leyendo y mientras pensaba, ¿que tendrá praparado para el final este Netomancia, que siempre sorprende?
Y si por algo me gustó es por la salida del individuo: ¡ele, a tomar un café...aquí hubiésesmos dicho: ¿hace una "cañica" ???(caña) (de cerveza). En fin localismos aragoneses o "baturros" como decimos aquí.
Gracias Neto, muy chulo.

Slds. Paloma.

gustavo dijo...

Muy buen cuento amigo. Pero al principio vivia el pasado , el presente y el futuro a la vez. ja Abrazo

el oso dijo...

Mirá que yo intento con los relojes que tengo y nada...
Algunos nacen con la estrella y ponen el reloj en hora cuando se les canta. Sobre todo algunas...