martes, 3 de noviembre de 2009

Extraño hecho al cruzar la calle

Miré hacia un lado, hacia el otro, volví a observar el semáforo y recién luego, crucé.
Iba por la mitad de la senda peatonal de la esquina, la que se usa para cruzar, cuando sentí el impacto. Me levantó por el aire.
Caí con la cadera contra el pavimento y mi cabeza rebotó como si fuese de goma.Instantáneamente la sangre comenzó a brotar del corte que se produjo.
Muy dolorido abrí los ojos, queriendo saber qué me había atropellado.
La calle estaba desierta. Giré con mucho esfuerzo la cabeza. En la otra dirección tampoco se veía vehículo alguno.
Quise pedir auxilio, pero la voz parecía extinta. Escuché sirenas. Mantuve los ojos abiertos. No vi venir ninguna ambulancia. Pero a los pocos segundos sentí que me levantaban de las piernas y los brazos y me colocaban sobre una camilla... ¡pero no había nadie allí, no había ninguna camilla debajo de mi cuerpo!
Quedé suspendido en el aire y casi de inmediato comencé a avanzar hacia delante, siempre en estado horizontal. Dolorido y todo, lo que estaba sucediendo me alarmaba. Cerré los ojos buscando conciliar una respuesta a todo, pero más dudas me asaltaron, dado que en lugar de quedar a oscuras pude ver el interior de la ambulancia.
Los volví a abrir y vi nubes en el cielo. Los cerré y allí estaba el techo de una ambulancia.
Grité pero no escuché ningún sonido. Desistí de seguir luchando. Me resigné temiendo la locura. Y dejé que el deterioro del accidente terminara de hacer su tarea, rindiéndome ante lo que no podía comprender.

9 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Muy inquietante. Y muy sabio el dejarse llevar... Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Misterioso e inquietante. Visiones de la frontera de la vida y la muerte.Muy interesante.

gustavo dijo...

Una vivencia limitrofe. ¿Es que la realidad desaparece con nuestra capacidad de percibirla? Muy bien logrado el relato. Abrazo

SIL dijo...

Indefectiblemente nos debemos rendir ante la muerte.
Es la única batalla -de la vida- imposible de ganar.
Buenísimo, nene.
Un beso.

Lisandro dijo...

Me quede pensando, reaccione, ahora si!!! Me encanto, me quede a la espectativa, cruzara la otra puerta... seguira en la duda, o quedara en este mundo???.... buenisimo amigo, un fuerte abrazo!

el oso dijo...

Muchas veces no nos atropella nada y morimos de una. Salvo que en algunos casos volvemos para dar explicaciones.
Tremendo, Neto...

Con tinta violeta dijo...

Impactante texto. Como sienmpre Neto. Muy sabio dejerse llevar. Ya lo decía la canción: qué será será...Whatever will be...
Saludotos desde España.
Paloma.

Anónimo dijo...

este mundo está loco!!!!
el tráfico esta loco!!! hasta la sorpresiva fatalidad nos enloquece!!!
que pedazo de texto Netito!!! Me dejaste buscando mil respuestas, pero será mejor dejarse llevar...

Netomancia dijo...

Isabel, muchas gracias. A mi me asustaría que me lleven así! Ja. Saludos!

Luis, visiones más cercanas a la locura de lo que uno piensa. Un abrazo.

Gustavo, es muy buena la pregunta. O acaso la realidad es lo que queremos percibir? Saludos.

Doña Sil, no rendirnos, pero ante un caso así cuál es la respuesta! Saludos!

Lisandro, te aseguro que mientras lo escribía tenía más interrogantes que vos jaja. Un abrazo!

Don Oso, a veces es mejor no dar explicaciones y otras, que nadie nos atropelle. Jaja.

Doña Tinta, coincide entonces con Isabel. Yo sostengo que al menos hay que saber para donde lo llevan a uno. Saludos!

Dieguito, todos los días algo nuevo, vio??? Ja. Un abrazo!!!!!!