sábado, 6 de marzo de 2010

La victoria imposible

La carta cayó sobre la mesa con una fuerza inusitada, quedando expuesta la imagen del siete de espadas que parecía mirar a todos con aire soberbio, propio de naipe ganador.
En la sonrisa de Julián parecía esconderse la respuesta. El mentón arriba, las manos cruzadas sobre el pecho y la espalda algo retirada contra el respaldo. Un semblante que preocupaba a Ricardo, que conformaba pareja con Elena. En cambio, Andrea, a cuya derecha reposaba la baraja con la que había repartido, disfrutaba la escena.
Ricardo, que había logrado hacerse de la primera con un tibio dos sabía que Julián había intuido la jugada y por eso ahora la tensión recaía sobre ellos. Miró a Elena que dos minutos antes le había guiñado un ojo subrepticiamente y de pronto comprendió que aunque pareciera imposible, no ganarían la partida.
Miró el papel arrugado que hacía la veces de anotador. Había repasado los puntos una veintena de veces en lo que iba de la mano. A uno de los treinta. Los otros, a dos. Un final para el infarto y todo se definía en las dos siguientes cartas.
La primera había sido de ellos, pero la segunda la habían perdido sin dar demasiada batalla. El ancho de basto parecía una garantía para cerrar la mesa. Al menos hasta antes de ver la cara de alegría de Julián y su silencio mentiroso, al momento de arrojar la carta.
Jugó callado dejando a merced de las mujeres el canto. Elena seguía excitada por la carta que tenía delante de sus ojos, oculta a los demás. No se había percatado del temor de Ricardo. A diferencia de su compañero, sintió un repentino placer al no escuchar cantar a Julián.
Estuvo a punto de gritar el Truco, pero su mirada se posó en la de su esposo, su pareja también en el juego desde que tenía memoria. Notó sus trémulos ojos, su inquietante palidez. Pensó por un momento que no había visto su seña, pero no podía ser, toda la mano había girado en torno de su naipe. No, Ricardo había notado algo más. Ahora no le cabía duda de ello y comenzó a sentir el miedo de su esposo.
Debía unir los cabos sueltos, pero el tiempo apremiaba, Julián la apuraba y eso la ponía nerviosa. Vio el siete de espadas sobre la mesa, la tranquilidad de Julián y a su derecha, casi de reojo, la seguridad de Andrea a quién parecía que la sonrisa se le quería escapar de su rostro.
Si cantaba, ponía en juego dos puntos que solo podía perder si Andrea tenía el ancho de espada... ¿podía ser posible? ¿tanta suerte en una misma mano y justo la decisiva? En cambio, si no cantaba, podía jugar callada, apoyar su carta alta y tirar por la borda la esperanza de la pareja rival, siempre y cuando no tuviesen ninguna sorpresa en la última carta. Pero si incluso, no tuviesen nada y cantaran igual, para al menos obtener un punto o arriesgarse por los dos... Elena ya no podía pensar, se había hecho un barullo de proporciones gigantescas.
Suplicó con la mirada una ayuda de parte de Ricardo. Pero su esposo se estaba poniendo de pie y tomando el saco.
- Ricardo... ¿dónde vas? Decime... ¿le canto el Truco o...
- ¡Quiero! - primereó Julián feliz de la vida, casi saltando de su silla - ¡Dale, tirá Elenita, tirá que te desplumamos!
Elena no entendía nada, pero claro, cómo va a ser tan pava de mencionar la palabra en voz alta... con bronca arrojó la carta sobre la mesa. El ancho de basto no asustó a los rivales. Andrea dio un gritito de algarabía y tapó el de basto con el de espadas, como Ricardo preveía y casi saltando por sobre la mesa, los ganadores se fundieron en un abrazo.
- Vamos Elena - dijo Ricardo resignado, mientras colocaba la silla contra la mesa y estiraba una mano hacia su mujer - Siempre hacés lo mismo, por más que te diga que jugués callada, vos siempre hacés lo mismo.

16 comentarios:

SIL dijo...

Las mujeres solemos decir lo incorrecto en el lugar menos correcto.

No sé coser, ni sé bordar, ni sé abrir la puerta para ir a jugar...

No tengo la más pálida idea, aunque he leído el texto con atención y responsabilidad, como siempre.

Bienvenido, Netito.
Doy paso a los comentarios subsiguientes, que seguramente harán su sabio aporte

Besos-todos-

SIL

Con tinta violeta dijo...

Vaya parece que ya somos dos...Lo mejor de todo es que tampoco juego a las cartas, así que estoy perdida.
Además por aquí se celebra en dos días el día de la mujer trabajadora, y está todo en plan reivindicador de la mujer...y...a Neto no le pega escribir un relato para decir que una mujer siempre "mete la pata".
Sil, igual nuestro amigo ha vuelto en plan "provocador"...(si es así podemos usted y yo preparar algo al respecto...)
Bueno...dejemos que vengan d80, o don Oso y nos expliquen algo mas,ja,ja.
Besos Neto.
Paloma.

el oso dijo...

¡¡Diegooooooooooooo!! ¡¡Vení que te llaman!!

Confuso miniglosario truquero para no iluminados:
En el abc del truco el 7 de espadas ocupa el lugar de la tercera carta más poderosa. El segundo lugar es el del as (ancho) de bastos y el primero el as (ancho, macho, pinchabifes, etc.) de espadas.
Jugando en parejas, los compañeros se sientan enfrentados.
Son las últimas cartas de la mano y del partido (se juega a 30 puntos o a 24 en general). Julián, pareja de Andrea, jugó el 7 de espadas. Quedan dos cartas, la de Elena (que tiene el 1 de bastos) y la de Andrea. La mano solo de pierde para R&E si Andrea tiene el 1 de espadas. Pero jugando callada (es decir sin cantar TRUCO) R&E tienen la posibilidad de -perdiendo la mano- jugar otra de desempate. Pero al cantar -aunque sea por error- en el Truco, la palabra es ley y la pareja rival puede aceptar haciendo que en lugar de un punto se jueguen 2 y esto define el partido.

Espero, si no haber explicado algo, al menos despertar la curiosidad para que conozcan un poco más el más genial juego de cartas que se haya inventado. Es el fútbol de los juegos de cartas.

Como ya el comentario ha sido demasiado largo, sólo resta decirte, Neto, que está ¡¡GENIAL!!

Abrazos

Anónimo dijo...

Tuvo que acostumbrarse a lo que compró para sí y los suyos, imaginarse cómo volver a caminar tranquilo luego de participar de tan terrible acoso.
Lo que nunca imaginó fue cómo retornaría la crueldad, cinco veces más fuerte de lo que ellos la había ejercido.
El tiempo es cuestión de tiempo incluso para los que viven sin saber que se acabó el tiempo de la impunidad.

SIL dijo...

Mi mente no iluminada no entendió cómo jugar al truco, aunque reconozco que la explicación del Profe fue buenísima, che... ;)

pero definitivamente,
entendí mucho mejor el mini-curso acelerado truquero del oso que el comment del Anónimo...¿?
:DDDDDDDD
Cambio y fuera, Netuzz.

Con tinta violeta dijo...

Gracias Oso, casi que después de tu brillante discurso sobre el truco me atrevería a jugar unas manos...eso sí para no fallarle a la pareja me rodearía la boca con una buena colección de vendajes y esparadrapos...por si acaso...ja,ja.
Besos.

Anónimo dijo...

jaja que momentos los de este trucazo Neto!!!
Jeje, hasta me estaba sudando la frente a mí más que a Ricardo jeje!
Que bueno tenerte de nuevo y con la magia de siempre a flor de piel!
Abrazos!!!
Gracias Oso por la clase magistral!
:)

gustavo dijo...

Amigo el truco es así. Buen relato nos tuviste a todos alrededor de la mesa. Abrazo

Netomancia dijo...

Doña Sil, la entiendo, si no sabe las reglas, el texto es un jerolífico! Feliz día por partida doble este 8 !!!!

Doña Tinta, nooo, no es contra de la mujer, no se ofenda! Es solo una circunstancia del juego y bueno, quedó mal parada justo esa chica, pero piense en la otra, que resultó tener el naipe ganador! Saludos y feliz día de la mujer!!

Don Oso, que lujo de explicación!!! (iba a decir "flor de" exponiéndome a un "contra flor al juego" jajaja). Por momentos parecía que estaba narrando el desarrollo de una partida de ajedrez, extraordinario. Muchas gracias!! Un abrazo!

Doña Sil bis, ahora si, el profe despejó dudas! Lo del anómino es un enigma, pero es todo un poeta, no puede negarlo jaja.

Doña Tinta bis, con la explicación del Oso más vale que debe animarse a aprender. Cuando lo haga, le mandamos a Dieguito y hacemos un desafío!

Dieguito, sacá la baraja y empezá a practicar con Meli, que apenas tengamos a punto a doña Tinta, te toca desafío. Mirá que tenés que dejar bien parado a Villeraturas jaja. Un abrazo!

Don Gustavo, es cierto, el truco es así, tiene de todo para ser un juegazo. Gracias por el comentario! Saludos!

Felipe R. Avila dijo...

Neto:
si Ricardo no se enojaba, la mano de cartas habia caido igual así.
Es decir: si no cantaba truco, jugaba callada, pero
¡¡¡IGUAL PERDIAN!!!!
Porque cuando le tocara-calladamente-jugar. el de espadas mataria al de bastos...igualmente.
Por eso me solidarizo con Elenita,che.
El destino estaba escrito contra ellos.

Felipe R. Avila dijo...

Y le digo más:
Andrea juega mal.
Porque en vez de gritar,tirar la carta y cerrar todo,
deberia (sin tirar la carta)haberle dicho
"quiero retruco".
Con lo que aún escuchando de Ricardo y Elena un "no", ganarían mas puntos.
¿o no?

el oso dijo...

Felipe, hay que tener en cuenta que Ricardo y Elena tenían 29 y Julián y Andrea 28. Es decir que con dos salían, por eso Andrea no retruca.
Y si Elena jugaba callada podían irse al mazo y quedaban 29 iguales.
(creo)

Netomancia dijo...

Ja, debate truquero!
Si, hubiesen quedado parda y con una mano por delante. Ricardo sospechaba que algo se traían entre mano, por eso no quería que se cantara nada.
¿Che, y si armamos un truco para este año? Jaja.

el oso dijo...

Eso sí... que Elena juegue para otro, ¡canté!

Felipe R. Avila dijo...

Tiene razon don Oso, pero en vez de jugar callada -que habilitaria al contrario a que siga jugando-¿no deberian haberse ido Ricardo y Elenea al mismo tiempo al mazo?
Che:
hay un cuento de Woody Allen donde dos tipos juegan al ajedrez por carta durante años.
Yo tomé eso y con mi amigo Daniel Paroli entre 1990 y 1992 mas o menos estuvimos jugando por correspondencia(cartas comunes por correo tradicional) pero ¡¡¡al truco!!
Era muy interesante porque por mas que uno inventaba lo que tenía,y por mas que uno quiera tener siempre las mejores cartas, hay un momento donde no las puede jugar...
Si nos vemos personalemnte prometo buscar esa correspondencia y mostrarla como curiosidad
(aunque podria digitalizarla)...
Lo que pasa que entre jugada y jugada -la excusa- hablabamos de otras cosas...

Felipe R. Avila dijo...

Es que aún no teníamos a mano la Interneteeee...