lunes, 6 de febrero de 2012

Repercusiones de un fracaso

El caso del bioquímico Aldo Casech ha sido el comentario destacado del mes pasado en las gacetillas de la medicina mundial. Como resaltara el investigador Eusebio Montes en "El Jornal Médico" de Madrid "el fallido proyecto a cargo de Casech no solo detiene los avances en el área, sino que además retrasa en materia de conocimientos". Si a esto le sumamos el punto de vista siempre ácido pero certero del neocelandés William Vladir, expresado en "The White Observer", que no tuvo reparos en publicar que "Casech es a la ciencia, lo que Hitler a la paz mundial", llegamos a la conclusión de que el bioquímico cordobés ha perdido prestigio en el terreno internacional.
Para quienes aún ignoren lo sucedido, cosa proco probable a esta altura de los conocimientos, bien vale recordar el título a dos renglones y en letras de molde que pusiera en tapa el semanario argentino de medicina "Al día con la salud", dando a conocer la noticia: "Bioquímico argentino deja en coma a treinta ayudantes por error en un experimento".  
Casech se encuentra al día de hoy bajo tratamiento debido a un severo shock nervioso, en un psiquiátrico de su provincia natal. En tanto, médicos convocados de todo el país buscan la manera de regresar a la vida normal a las pobres víctimas del malogrado experimento. La medicina mundial debate mientras todo esto sucede si descarta para siempre o no las investigaciones previas de Casech, que tres meses antes había anunciado estar, tal lo reflejara "Hora médica" de Distrito Federal, México, en una edición especial dedicada al argentino y su equipo de trabajo: "En las puertas de la inmortalidad".
Si la condición de inmortal puede alcanzarse o no, sigue siendo aún un misterio de la medicina y al mismo tiempo, un mito de la humanidad. Como manifestara en su columna semanal del "Catalunya Med" el licenciado Albert Beltran, "hasta ahora la única forma de lograr la inmortalidad es a través de los logros y la memoria colectiva y ni siquiera eso nos asegura que podamos sobrevivir al tiempo, porque es una carrera desigual y sin sentido".
Ignoramos que pensarán al respecto Casech y los invetigadores que abordan esta temática, que podría decirse, es tan vieja como la humanidad misma.

5 comentarios:

SIL dijo...

Me encantó lo que escribiste, Netito.
Con cero autoridad suscribo el pensamiento de Beltran, aunque quiero creer que dejaste abierta la posibilidad de los treinta en coma hayan alcanzado la inmortalidad y ni siquiera su responsable se haya dado cuenta (TODAVÍA)


Muy bueno.

ABRAZO


SIL

Con tinta violeta dijo...

Pues tal y como va el planeta, igual hasta les hizo un favor, ja,ja! Quien sabe si ya están el el paraíso...y nosotros aquí sufriendo por ellos!
Bien por el relato!
Besos!

Netomancia dijo...

Doña Sil, es una posibilidad, claro está. En una eternidad, año más, año menos, se lo confirmo. Gracias! Saludos!

Doña Tinta, qué negativo este comentario! Dónde está la esperanza! Mire que le pido al bioquímico que experimente con usted! Gracias! Saludos!

Anónimo dijo...

genial Netuz!!! aunque la inmortalidad de una manera u otra me asusta un poquito bastante jeje!

gamar dijo...

Y quién quiere inmortalidad?
Al menos yo creo que si lo analizamos filosóficamente, sería una tortura.
Perdón, pero se me calienta la cerveza.
Un abrazo