Ella lo miró a él, luego él a ella. Ambos se abandonaron al silencio. Un grillo rasguñaba la noche en algún rincón alejado. Las estrellas eran olvidadas palabras en la oscuridad. Ella se sentó al borde de la cama, se puso la ropa, se calzó y se fue. No dijo adiós ni hizo falta. Él ya lo sabía. No la volvería a ver. Era así siempre. Los fantasmas entraban a su vida con la misma velocidad que se iban. Cerró los ojos y soñó, una vez más, que estaba vivo.
Carlitos
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Con once años son otros los horrores, efectivamente.
Jugar a las escondidas se podría considerar casi normal una tarde de
primavera; jugar en grupo, en la...
Hace 4 semanas
4 comentarios:
Tiene sentido que sueñe con estar vivo, porque experimenta intimar con una mujer y ser abandonado por ella. Tal como le podría pasar si estuviera vivo. Con la diferencia que las mujeres son fantasmales.
A muchos nos pasa eso, estando vivos.
Alta metáfora este relato, Netito.
Abrazo.
El espectro ese, ¿se tiene que levantar para ir a laburar?
Porque estoy sospechando que me anda biografiando, Neethoven!
Ya lo decía Calderón de la Barca (creo), 'la vida es un sueño...'
Nos falta descubrir quién es el que nos sueña.
Saludos
J.
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