martes, 31 de mayo de 2011

El manto allá arriba

Deplay Duploy era un hombre sin rumbo, que vagaba por el mundo. Supo recorrer los continentes más de una vez. Ya grande decidió poner fin al periplo, refugiándose en una humilde vivienda en el campo argentino. Un periodista se enteró de su historia y lo entrevistó.
- ¿Porque este lugar, en el medio de la nada? preguntó al fin.
El avejentado aventurero sonrió y respondió:
- Toda la vida las estrellas me vieron viajar de un lado a otro, los cielos celestes fueron testigos de mis osadías y los nubarrones me persiguieron sin darme alcance, lo mismo que las tormentas, los vientos, el sol y la luna. Hoy contemplo todo eso serenamente, en la vastedad de este paisaje, sabiéndome su amigo, entregándome a su encanto. Aguardo con calma el momento de volverme parte de él, de fundirme en el aire, de ser libre y poder observar a otros darse cuenta que lo que buscamos, en realidad está siempre cerca nuestro.

3 comentarios:

SIL dijo...

El protagonista nos deja una buena lección y un nombre con ritmo.

Un abrazo grande, Netuzz

SIL

Con tinta violeta dijo...

Un final coherente con su vida. Y es cierto lo que buscamos no suele estar nunca lejos...por mucho que nos empeñemos...
Besos!!!

Netomancia dijo...

Sil, doña Tinta, mil gracias!