Hacia dónde va Miguelito, se preguntaban en el barrio. Tan chiquito y con la carita sucia, caminando solito. Hacia dónde vas Miguelito, le preguntaron a su paso. Llevo a mi perrito invisible a jugar a la placita, contestó con voz de querubín e inocencia de niño.
¿Y Miguelito? preguntó más tarde mamá, aún con el cabello despeinado tras una noche agitada. ¿Y Miguelito donde está? repitió angustiada. En la placita, le dijeron señalando como si nada.
Pero en la placita las hamacas estaban olvidadas y el tobogán dormitaba. Las lágrimas deslizaron por las mejillas de mamá desconsolada y algunos brazos la rodearon para que no temblara.
Lo buscaron y lo buscaron, durante días, durante meses. Hubo gritos y silencios, llantos y lamentos. La noche de Navidad volvió Miguelito, con la misma alegría y la mugre de ese día. Pero volvió solo por un rato para ver como mamá dormía, otra vez drogada y con sangre en las encías. La besó suavemente y se despidió hasta algún día y de la mano del angelito que ladraba a su lado, volvió al nuevo mundo en el que vivía.
Carlitos
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Con once años son otros los horrores, efectivamente.
Jugar a las escondidas se podría considerar casi normal una tarde de
primavera; jugar en grupo, en la...
Hace 3 semanas
13 comentarios:
Neto, qué puñalada en el alma...
Siempre vienen bien este tipo de empujones morales !!
Víctor Heredia dice:
¨Supongamos que les digo que
en este mismo espacio
existe otra ciudad,
una de hipodérmica y dolor
oscura como un niño hundiéndose en alcohol,
otra ciega y sorda sin saber
que se muere el siglo alrededor;
la verdad es tan trágica, que la muerte es simpática...
Vientos helados pasean en mí...
¨/y sigue/
Te quiero mucho.
Abrazo inmenso , genial Netuzz.
Me hiciste llorar hijoputa!!!!
Decí que a esta hora estoy solo en la oficina...
Creo que este es otro cuento para tu libro sobre niños:
"el niño que miraba las estrellas" o algo así¿como se llamaba?
Qué relato excelente...y sin golpes bajos.
Sniff...ah...este Neto,cheeee...
Doña Sil, de puñaladas y placitas viene la cosa. No pensaba que iba terminar tan triste, pero así salió (mentira, ya sabía de antemano jaja). Saludos!
Don Felipe, si, apunta para pibes, pero llega más hondo. Podría hacer una colección de "Cuentos para niños no tan niños". Esa si es buena idea ja. Un abrazo.
Netoooooooooooooooooo!!!
Netooooooooooooooo!!!
No sé desde que mundo estoy gritando, no se si estoy viendo a Miguelito, a su perro invisible, o la emoción me nubla el horizonte...
Es un relato crudo que te deja KO, pero en aquella placita, en ese ir y venir de una realidad a la otra hay un "algo" de luz que logré captar; y eso se agradece mucho!
Un abrazo!
son tantos los muertos que mueren sin saber por que....
y los vivos que viven muriendo...
salud y buena suerte
bonito texto, si señor
Emiliano, bienvenido al blog. Gracias por el comentario.
Jordim, muchas gracias. Saludos!
De una sensibilidad exquisita. ¡Cuantos Miguelitos tenemos a nuestro lado! Abrazo.
Miércoles... Miguelito está por todos lados. Y este relato lo muestra a la perfección.
Brillante, Neto...
Que belleza de texto. Me pasó como a Felipe, casi acabo llorando...
Neto eres un maestro tratando la muerte con tanta sensibilidad.
Besos.
Gustavo, cuánta razón y andan por ahí, pero son angelito de la mano. Saludos!
Don Oso, gracias, es mirar y a cada paso toparse con uno. Un abrazo!
Doña Tinta, muchas gracias. Tome, un pañuelo. Ojo que lo usó Felipe antes... Saludos!
Miguelitos y madres, inocencia y miseria,maldita droga en todas partes.
Una vueltita por San Nicolás ... una tarde cualquiera, donde más gente se congreva, vaya ironía y están ahí como pidiendo auxilio, tienen la edad de mi hijo, y la bolsita pegada a la boca, la boquita ulcerada respira el veveno como si fuera el único óxígeno posible.
También están por Rosario,a montones en la terminal o en la cortada maldita,la Ricardone, pero esos no solo aspiran pegamento,o fuman basura, esos son objetos de saña del "tour" de adultos malnacidos, que se regodean en la carne de un inocente de 4,5,6, 7, 10 años,turismo sexual que le dicen...
Están por todos lados Neto,por donde miremos, y son inocentes, y merecen vidas de inocentes, lo terrible es que a veces no miramos, o miramos sin ver, porque se nos murieron los ojos de tanta impotencia, de tanto dolor.
De puro incrédulos,
Miguelito pasa a uno y otro lado de la delgada línea como una alucinación y ojalá pueda quedarse ahí del otro lado donde los niños viven vidas de niños.
Tus textos deben ir dejando la inquietud, la semillita, la gesta de algo por hacer, sin dudas ha de ser así.
Muy buen trabajo.
Un abrazo.
Sandra, había leído tu comentario y pensé que lo había contestado! Mil disculpas. Lo que decís es tan cierto que aterra más que cualquier cuento, porque es la realidad misma.
Saludos!
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