Un sueño dentro de otro, dentro de otro, dentro de otro. Un sueño sin salida. Cíclico, asfixiante. Eterno.
Al despertar, el sudor, el espanto. El universo no existe, nada existe. Solo ha sido una pesadilla.
El dios se vuelve a acostar, y lo que sueña, ya no nos incumbe.
Carlitos
-
Con once años son otros los horrores, efectivamente.
Jugar a las escondidas se podría considerar casi normal una tarde de
primavera; jugar en grupo, en la...
Hace 4 semanas
5 comentarios:
Muy bueno, como siempre!
Netamente borgeano, Netito.
Abrazo
SIL
Nunca debió de importarnos los sueños de dios... Porque sabemos que tal cosa no existe.
Saludos
J.
Esto si es un curioso, dos demiurgos comentando un texto tan de Borges, alguien que escribe sobre demiurgos.
Me encantó el comentario del Demiurgo.
=)
Publicar un comentario