lunes, 1 de abril de 2013

Vértigo



Ella me había invitado al balcón. La noche perlada de estrellas imponía un fondo romántico. Vestía de manera ligera y se le notaban las mejillas rosadas. Había tomado mucho vino y sus manos me llamaban, sensuales, como dos serpientes a punto de atacar.
Di un paso, esperanzado. Di otro, excitado. Luego observé la baranda, la ciudad interminable y el abismo que se abría camino hacia abajo.
Huí hacia la puerta despavorido, antes que el precipicio me devorara hacia sus fauces hambrientas.

5 comentarios:

SIL dijo...

Una especie de Romeo precavido.





Abrazo, Netito.



SIL

Con tinta violeta dijo...

Por fortuna él no debía haber bebido tanto...¡o fue el fresco de la madrugada lo que le despertó?
Muy bueno el micro!
Abrazos!

Anónimo dijo...

Qué fantasmas habrá despertado?

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Creo que la fobia a la altura privó al protagonista de un encuentro intimo con una mujer sensual. Se perdió una oportunidad que tal vez no se repita.

reduccion mamaria dijo...

un romeo vergonzoso jaja
buen relato felicitaciones
Marcelo
Cirujano Especialista en cirugia de nariz