lunes, 7 de abril de 2008

Niño, corre; niño, ríe

Aún te recuerdo, con tu sonrisa pícara, mordiendo el labio, aguantando decir vaya a saber uno que barbaridad. Esa que esperábamos todos, para romper la monotonía. La niñez que se fue, la que no volverá. La que aún perdura, inmadura, en la memoria recurrente, como un oasis de verdad en la rutinaria realidad.
Si el tiempo tuviese un ancla, la arrojaría a tu lado, para seguir disfrutando y riendo, soñando y sintiendo. Ese sentimiento de fuga, de alegre andar sin miedo a la burla, al sueño sin hacer, sin temor al fracaso ni a la ilusión sin vender. El camino que caminábamos era de verdadera amistad, sin falsas bondades o de mercaderes infieles, como los que nos ofrecen la vida por un papel.
Te veo llegar, en mi imaginación, con vestiduras de abril al comienzo de la estación, gritando por placer, corriendo con emoción. Piernas que no se detienen a pensar en el hoy y mucho menos en el ayer. Todo gira alrededor, cual carrusel en pleno envión.
Aún te recuerdo, en cada amanecer, vistiéndome para la vida, la que me da de comer. Y te recuerdo lagrimeando, porque ya no te puedo tener. Pasado sin responsabilidad, de juegos y querer, de caricias y felicidad, ese niño que supo ser y fue condenado a desaparecer.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

dulcísimo!!!

todos los niños saben correr..
nunca tenemos que dejar de darles ese envión.

abrazos!!!

Anónimo dijo...

El otro día leía una nota a umberto eco en el diario “el país” donde el genio decía que si algún sentido tenía la vida era la de recordar a la niñez, si uno era feliz, o si la felicidad existe de alguna manera, es en el momento en que uno rememora sus andanzas como niño.
Yo neto que querés que te diga, vivo siendo un niño que se niega a ser adulto, un peter pan testarudo que sigue en camino pero sin dejar de olvidar esos saltos, golpes, temores y sonrisas del añorado momento en el que fui un simple pibe que salía de casa para ir a jugar…
Me encantó, los instantes y las sensaciones se describen tan bien en tus letras que casi me pongo a lagrimear…
Salute!

el oso dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
el oso dijo...

Me gusta pensar que mientras los grandes recordamos el pasado, los chicos recuerdan el futuro, que puebla sus fantasías. El temor a la colimba (en mis tiempos), el qué será tener novia, esa cosa rara de ir a trabajar, la más rara de no tener tiempo... Al que acumula mucho pasado sobre su memoria le dicen sabio, al que mucho futuro,le dicen iluso.
¡Cambio como figuritas 5 sabidurías por una ilusión aunque más no sea!

Netomancia dijo...

Dieguito nombró a Peter Pan y la verdad que también me identifico con ese personaje, con la idea de no crecer. Es algo noble, sin dudas, pero a veces cruel...