sábado, 5 de abril de 2008

Postal de barrio

Observa todo, como buen chico. Lo hace desde la otra vereda, sentado en el escaparate de la tienda de lencería. Toma nota mental de cada movimiento. La forma en que Oscar, el verdulero, elige las mejores zanahorias hasta la sonrisa pícara destinada a la señora entrada en años que le recrimina el color de la lechuga. De cuándo Marisa, del kiosco pegado a la verdulería, entrega caramelos de menos en la bolsita de un peso o bien, sale a barrer la vereda para así poder chusmear con Vanesa, la chica de los jeans cortos y remeras escotadas, cuya madre deja a cargo de la pollería que está aún más a la derecha.
También se detiene en la gente del barrio, en estudiar el paso inseguro del viejo Gonzalo, que a pesar de la ayuda del bastón, pareciera siempre a punto de caerse; o la impaciencia de doña Susana, la señora del comisario, que no puede cesar de golpear el suelo con la punta del pié derecho cuando tardan en atenderla en algún comercio. Y no le pasan inadvertidos los pechos de la joven Analía, la nena del primer piso del edificio de la cuadra - el único de la zona incluso-, que ya a sus catorce años pinta para ser una mujer infernal.
Y cómo hace con los vecinos de la calle, posa su atención en los agentes de policía que recorren casi distraídos las veredas, pistolas en la cadera y vista al frente, o en los inspectores de tránsito que una o dos veces al mes montan un operativo "justificativo de sueldo" en la esquina, llamándole la atención a uno o dos motociclistas sin casco (de los tantos que pasan).
Observa todo, atentamente, jovialmente. Todo le llama la atención, como si lo viera por primera vez. Y disfruta. Es su gente. Los conoce y protege.
Cuando la noche cae y ya todos se han marchado y la calle ha quedado desierta, llegan otros seres como él. Entonces la venta comienza. La que quieras y a buen precio.
El barrio, en tanto, descansa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jaja excelente!!!
la posta de la postal.. y con todo su ambientillo!

genial!!!

el oso dijo...

Muy bueno, Neto, una foto móvil... Ahora, por más que lo calle, todo el mundo sabe qué días ud. va a pollería. No se haga el sota que lo tenemos fichado.

Anónimo dijo...

uyyy si ese barrio lo conozco, debe ser el barrio madrileño de lavapies donde paso mis dias y por la noche pasa lo que tiene que pasar mientras de día los ojos de los vecinos miran para otro lado, además también me recuerda a otros barrios en los que viví, a otros momentos; si al final en tus palabras neto estámos un poco todos!!!
genial!

Netomancia dijo...

Estamos acá, que es lo más importante. Cerca sin estarlo, charlando sin hablar, soñando sin dormir. Qué más se puede pedir! :)