Cuando recordó aquella noche frente al mar supuso que algo estaba funcionando mal en su centro neuronal.
Cuando se bebió de golpe aquella cerveza helada y creyó sentir el sabor de aquellos labios nuevamente se paralizó a causa del temor.
Algo no estaba saliendo como lo había previsto; algo se había quebrado...
Encendió el útlimo cigarro de la noche convencido de que las cosas se estaban saliendo de su carril.
¿Cómo podía estar sucediendo?
¿Cómo?
Si él mismo se había prometido frente al espejo no recordala nunca más.
Carlitos
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Con once años son otros los horrores, efectivamente.
Jugar a las escondidas se podría considerar casi normal una tarde de
primavera; jugar en grupo, en la...
Hace 4 semanas
3 comentarios:
Muy bueno! Es lo que creo, que uno no es dueño de los recuerdos ni posee control alguno sobre ellos! Y algo que escribí en un cuento alguna vez, dice que no es sensato volver conscientemente al pasado, porque a veces, el pasado muerde.
Mierda... No seremos los hombres sensibles de flores, pero...
un sensible de flores me contó que hay momentos que nos marcan para toda la vida y cuando estos momentos son malos tratamos de olvidarlos engañandonos a nosotros mismos...pero a la larga como siempre sucede los engaños salen a la luz y ahí uno se da cuenta que no habia olvidado una mierda..
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